Si te da pereza leer, aquí lo leo para ti: El Problema del Potencial

EL PROBLEMA DEL POTENCIAL
En el último artículo…
…explorábamos la posibilidad de resolver el problema del potencial:
¿Es posible eliminar la distancia que separa lo que somos de lo que podríamos llegar a ser?
Para ello utilizábamos la lente de la complejidad y nos apoyábamos en el maravilloso framework Cynefin de Dave Snowden.
Concluíamos que el problema del potencial es un problema complejo y que es imposible eliminar por completo esa distancia, pero que es posible reducirla.
Comentábamos también al principio del artículo que podíamos fundamentar el problema en dos componentes:
1- SER: No somos lo que podríamos llegar a ser.
2- SENTIR: Nos sentimos mal por no ser lo que podríamos llegar a ser.
En el presente artículo…
…nos volvemos a asomar al problema del potencial, pero esta vez de una manera más holística, teniendo en cuenta también esa parte del problema que reside en que precisamente lo sintamos como un problema.
No somos lo que podríamos llegar a ser y nos sentimos mal por ello.
Decíamos que detrás de este problema podíamos encontrar de todo menos originalidad:
Lo típico del deseo: El deseo como el origen del sufrimiento en las filosofías budista, estoica, epicúrea…
Lo típico de yo yo yo: Esa visión egocentrista por la que centramos el problema en nosotros mismos.
La némesis de la aceptación: La aceptación surge como nuestra gran arma para combatir el deseo, pero la aceptación no surge de manera tan natural como el deseo.
En este artículo exploraremos estas 2 preguntas:
¿Cómo reducir la distancia que nos separa de lo que podríamos llegar a ser?
¿Cómo sentirnos mejor?
Para examinar el problema nos apoyaremos, como no podía ser de otra manera, en 2 modelos mentales binarios.
1. DIVERGENCIA VS CONVERGENCIA

En este primer modelo de “Divergente VS Convergente” distinguiremos entre 2 tipos de miradas:
1- DIVERGENTE: Mirada exploratoria, desenfocada, abierta… Desde nuestra posición miramos hacia el espacio infinito de cosas que podríamos llegar a ser, los infinitos caminos que podríamos empezar a recorrer. Vemos los caminos y destinos potenciales.
2- CONVERGENTE: Mirada enfocada, conciliadora, buscadora de patrones y soluciones, generadora de certezas… aunque no sean ciertas. Todas las cosas que podríamos llegar a ser nos miran a nosotros, todos los caminos convergen en un mismo punto: lo que somos actualmente. Vemos al caminante.
2. EQUIPOTENCIAL VS NO-EQUIPOTENCIAL

Este modelo mental nos permite examinar el problema del potencial desde el lugar que ocupamos (lo que somos) con respecto a los lugares que podríamos llegar a ocupar (lo que podríamos llegar a ser).
1- Un modelo equipotencial supondría que la distancia que separa lo que somos de cualquiera de las cosas que podríamos llegar a ser es la misma.
2- Un modelo no-equipotencial supondría que la distancia que nos separa de las cosas que podríamos llegar a ser no es la misma, y dependería de cada cosa concreta que podríamos llegar a ser.
Una vez presentados estos 2 modelos mentales, vayamos a por la primera parte del problema del potencial:
REDUCIENDO LA DISTANCIA (SER)
¿Cómo reducir la distancia que nos separa de lo que podríamos llegar a ser?
1- Elegir
Decíamos en el último artículo que nunca seremos capaces de ELIMINAR la distancia que nos separa de lo que podríamos llegar a ser, sin embargo, sí que seremos capaces de REDUCIRLA.
Si empezamos a analizar esta distancia con una mirada divergente, podemos ver que las cosas que podríamos llegar a ser son ilimitadas. Podríamos llegar a ser
Empresarios
Ó influencers
Ó futbolistas
Ó científicos
Ó empresarios y influencers y atractivos y millonarios…
Ó empresarios y cantantes y científicos y millonarios y famosos y atractivos
Ó…
Utilizar un pensamiento divergente nos permitirá asomarnos al espacio infinito de cosas que podríamos llegar a ser, pero no querer renunciar a ninguna de ellas hace imposible cualquier tipo de estrategia que queramos utilizar para empezar a reducir el problema. Es imposible intentar empezar a ser infinitas cosas a la vez.
De aquí podría desprenderse una primera conclusión:
Lo primero que deberíamos hacer para empezar a reducir la distancia que nos separa de lo que podríamos llegar a ser es reducir el espacio infinito de cosas que podríamos llegar a ser y concretarlo en unas pocas. ELEGIR.
“5- Comprométete. Con tu pareja, con tus hijos, con tu profesión, con tu empresa, con tus aficiones. Intentar mantener para siempre tus opciones abiertas es una trampa.”
Samuel Gil, newsletter #129 Suma Positiva: 42 años, 42 lecciones.

Será más probable que consigas reducir la distancia que te separa de ser un científico genial que reducir la distancia que te separa de ser un científico genial y influencer y millonario y famoso y futbolista y músico y presidente de tu país y serial entrepeneur y…
2- Eligiendo
¿Cómo elegir qué caminos empezar a recorrer?
¿Cómo elegir a qué futuros renunciar?
Debemos entender que, desde un punto de vista realista, nuestra posición con respecto a nuestros infinitos posibles futuros NO es equipotencial. A todos NO nos separa la misma distancia de todas las cosas que podríamos llegar a ser.
Algunos de los factores que determinan estas distancias son nuestras [diferentes] capacidades, habilidades, intereses, trayectoria, contexto…

Si eres una persona a la que le gusta el deporte y la montaña, se te da bien correr y odias los ordenadores y los números sin duda estarás más cerca de poder llegar a ser un buen corredor de montaña que un exitoso emprendedor en la industria del software.

Si decides dedicar una parte importante de tus esfuerzos a intentar convertirte en un buen corredor de montaña habrás realizado una elección alineada con tu potencial. Si decidieras empezar a intentar convertirte en un exitoso emprendedor de la industria del software, tu elección no estará alineada con tu potencial.
Obviamente, la vida no es tan sencilla. Somos muchas cosas a la vez. Puede que seas madre, amiga, esposa, amante de los viajes, reportera frustrada, trabajes de profesora, estés enganchada a instagram. Puede que dibujaras cómics de pequeña…

O puede que seas un corredor aficionado de los malos que pases parte de tu tiempo libre escuchando podcasts de emprendimiento y start-ups aunque no tengas ni idea de informática ni experiencia en negocios. Puede que no seas consciente de que tienes una habilidad natural para la filosofía y la manipulación, y de que tienes una gran intuición para las inversiones. Puede que tengas cierta facilidad para la música pero que nunca lo hayas descubierto. Y puede que seas también un buen padre. También puede que sepas que existen cosas como los científicos y los astronautas, y puede que te produzcan rechazo los influencers.
Por suerte o por desgracia, la vida es compleja y está llena de matices. Si eres de los que sufren el problema del potencial, si eres de los que sienten que podrían llegar a ser mucho más de lo que son y te sientes mal por ello…
> Identificar [o reconocer] tus principales “puntos de dolor” te ayudará a empezar a elegir en qué centrarte.
> Tener en cuenta tus capacidades, habilidades, trayectoria, intereses o contexto hará que tu elección esté mejor alineada con tu potencial y será más fácil llegar más lejos.
¿Hay alguna cosa en especial que no eres y que te hace sentir mal?
Así como somos muchas cosas a la vez, aún son muchas más las cosas que no somos, pero no todas son motivos de sufrimiento. Siguiendo con el ejemplo veríamos cómo no somos astronautas, no somos científicos, no somos influencers… y no nos importa. Pero no somos empresarios de éxito y nos comparamos con ellos y nos frustramos. Podríamos ser mejores padres y sufrimos por ello. Somos corredores mediocres y nos fastidia.
3- Hacer
En el último artículo veíamos que en problemas complejos como el del potencial no sabremos qué ha cosas han funcionado para reducir la distancia que nos separa de lo que podríamos llegar a ser hasta que ya las hayamos hecho y hayan funcionado. Ha llegado el momento de empezar a probar, ha llegado el momento de empezar a hacer cosas para intentar desarrollar nuestro potencial.

Ejemplo de elección basada principalmente en nuestros intereses y puntos de dolor. Nos gustaría ser buenos corredores y empresarios de éxito. No tener en cuenta nuestras capacidades, habilidades, trayectoria o contexto hace que no sea una elección excesivamente alineada con nuestro potencial. Nos costará más llegar más lejos.
Dedicaremos más tiempo a la familia y lo haremos con el móvil desconectado. Nos apuntaremos a cursos o buscaremos trabajo en empresas de éxito o intentaremos empezar a mejorar la empresa en la que trabajamos o intentaremos crear nuestra propia empresa. Contrataremos a un entrenador personal para mejorar nuestros tiempos en las carreras.
4- Mirar
Y pasado un tiempo miraremos lo que somos, de la misma manera que lo estamos haciendo ahora. Y veremos cuáles son entonces nuestras capacidades, habilidades, intereses, trayectoria, contexto… Y veremos si lo que hicimos, si es que lo hicimos, funcionó para acortar la distancia con lo que podríamos llegar a ser.

Y descubriremos que el espacio que ocupamos ha aumentado, seguimos lejos de ser buenos corredores pero corremos más, hemos logrado ser mejores padres y logramos mejorar la empresa en la que trabajamos. Y quizás nos baste porque lo de la empresa deja de interesarnos y deja de ser un punto de dolor.

Y por cosas de los sistemas complejos y su enorme inter-conectividad veremos cómo no sólo hemos mejorado en lo que nos propusimos mejorar. Se podría decir que el SER se ha empezado a desparramar. Como un líquido.
Por el camino hemos conocido mejor nuestras capacidades, hemos desarrollado nuestras habilidades y adquirido otras nuevas. Descubrimos nuestra capacidad para la filosofía, la manipulación y la psicología y nuestros intereses cambian. Hemos aprendido a correr por placer y ya no queremos correr mejor. Seguimos sin saber que tenemos facilidad para la música o para detectar buenas inversiones, quizás lo podamos descubrir en el nuevo ciclo de MIRAR-ELEGIR-HACER.

Volveremos a elegir movidos por nuestros puntos de dolor y nuestros intereses, pero esta vez conoceremos mejor nuestro potencial y posiblemente tendremos también en cuenta nuestras capacidades, habilidades, trayectoria y contexto. Nuestros puntos de dolor se habrán desplazado hacia aquello que sabemos que se nos da mejor. Nuestras nuevas elecciones estarán mejor alineadas con nuestro potencial. Nos costará menos llegar más lejos.
MEJORANDO EL SENTIMIENTO (SENTIR)
¿Cómo sentirnos mejor?
El caminante
Reducir la distancia que nos separa de lo que podríamos llegar a ser podría hacernos sentir mejor, pero, por cosas de la mente, esto podría no ser así.
Ha llegado el momento de mirar al caminante.

Hemos utilizado la mirada divergente para ver todo lo que podríamos llegar a ser. Hemos entendido que no estamos en un espacio equipotencial, y que estamos más cerca de llegar a ser unas cosas que otras. Ayudados por nuestros puntos de dolor, nuestras capacidades, trayectoria, habilidades, contexto e intereses; elegimos hacia dónde queremos caminar. Y caminamos (hacemos cosas).
Ahora utilizaremos la mirada convergente para mirar a lo que somos. Para ver lo que sentimos.
Somos el punto en el que convergen todos los caminos que hemos recorrido (trayectoria). Y somos el punto desde el que parten todos los caminos que podemos recorrer (potencial). Y siempre estamos en el mismo sitio. Aquí y ahora. Delante de lo que fuimos y detrás de lo que seremos.
Y aquí se nos presenta una perversa trampa lógica, el mapa del tesoro de tantas y tantas corrientes autoayudescas: Siendo lo único que realmente existe el ahora…
¿Qué sentido tiene rumiar lo que ya pasó o preocuparse por lo que podría pasar?
¿Por qué no dedicar todos nuestros esfuerzos a conectar con el ahora y a entender y dominar nuestros pensamientos y emociones?
Nos sentimos mal por no ser lo que podríamos llegar a ser porque no sabemos NO sentirnos mal.
¿Por qué no solucionar el problema del potencial aprendiendo a NO sentirnos mal?
¿Por qué no solucionarlo con el superpoder de la aceptación?
Y la perversa trampa es trampa y es perversa porque nos propone solucionar el problema del potencial solucionando el problema del potencial.
Nunca conseguiremos eliminar la distancia que nos separa de llegar a ser capaces de no preocuparnos por nada, eliminar el deseo o aceptar absolutamente todo. Nunca seremos capaces de doblegar nuestra subjetividad y percibir y vivir la realidad como la realidad neutra que es. Nunca seremos capaces de tener suficiente.
Pero SÍ seremos capaces de aprender a aceptar más las cosas, preocuparnos menos, identificarnos menos con nuestros pensamientos, entender nuestras emociones y todos los grandes clásicos de la autoayuda.

Y volvemos a recordar que no a todos nos separa la misma distancia de las mismas cosas que podríamos llegar a ser. Y hay gente que tiene mayor facilidad para conectar con el presente, preocuparse menos, entender sus emociones, ser feliz… y hay gente con menos facilidad.
Y, seas del tipo de gente que seas, quizás sientas que deberías encaminar toda tu vida a acercarte al nirvana.

Pero en el caso de que no oigas la llamada del Nirvana con tanta fuerza, lo que sí que parece una buena idea es dedicar siempre una porción de tu tiempo y esfuerzo a acercarte a él y a entenderte mejor. A desarrollar la habilidad de conocerte, entenderte, entender el mundo y re-cablearte.

Porque si, como yo, sufres el problema del potencial, ahora ya sabes que el problema es problema tanto por no ser lo que podrías llegar a ser como por sentirte mal por ello.
